Helena Boberg, poemas

Foto: Carl Dieker

[Svenska]

Versiones al español:
Gwennhael Huesca Reyes y Andrea Alzati



Te amo como la sal ama la carne
Es imposible formularlo.
¿Cómo vivo cuando tú no me ves?
Estoy sin evidencia del vacío del día ante la noche



Pasan algunos meses.
El silencio puede soportarse.
El cuerno de la luna crecía en el cielo por sexta vez
y la felicidad era incierta aún
La posición fetal, mi único contacto con el origen
Una araña con las patas vulneradas
El sadismo y el dolor deben tener algo que ver
No duermo. El concepto es mi dolor.
La verdad no me dice nada. ¿La dignidad?
Tu cara me señala
No puedo procesarla.
No quiero decir nada que no sea importante.
Quiero que tú seas importante



El reflejo de la larva de enroscarse.
Pretendo que soy polilla. Comer de lo que no es mío. 
Agotada en la pretensión del hambre
También yo deseo.
Preguntas por qué la larva no se convertirá en mariposa
Así es como funciona.

Me quedo callada. Es insoportable.
Si no le hablo a alguien por quien pueda abandonar el lenguaje
no tengo nada más que decir
El amor no está aquí.
El hambre es despiadada. La piedad no tiene nada que ver
Pertenece al lenguaje y al amor.

Una existencia oscura
Todo lo que perdí
¿Se perderá de nuevo?

¿Viví en la belleza?
Si la amargura puede llamarse bella
Al final, comerse incluso a sí mismo.
Dices que no tengo ninguna opción
Fue mi primer movimiento físico por miedo.



Con un golpe concentrado un aguijón se colocó en mi cuerpo
No noté nada. El dolor es suave.
Me mata a cada instante
Después corrí, colmada. Quería perderme en el verde domesticado
Y tus ojos se habían cerrado a la visión
“¿Por qué estás sola en este enorme jardín vacío
como una pizca de electricidad?”
Ahora quiero que desaparezcas de mi vista.
Aterrada de que me abandones otra vez




La rosa se abre en la habitación. Entra en el trance de su propia presencia
Se desborda. Se sonrosa.
“Soy una rosa” “Me amas”
Escribir sobre la rosa es decir
“Quiero ser amada” “Exijo que me ames
con narcicismo y soberbia”

Nunca has vivido en una duda como la mía
¿Qué busco en tu cara?
Definir lo que se resbala por debajo,
una identidad vinculada a la pérdida
Una pérdida que descansa en su propia negación

Te aparto con cuidado del placer
Soy yo la que es madre y descendencia ingobernable 
Te apareces en mí y me obligas a escribir otra vez
No exijo nada.

Es mi amor hacia las cosas lo que las destruye
La mirada ávida se abre paso
como un faro de niebla en la existencia, comete su violencia en el silencio.
Se trata del instinto.
Me engaño. Mis estafas
activan el deseo sutil de decir la verdad
que es lo único que me mantiene viva.
Lloro porque todas las personas que alguna vez necesité
me han abandonado.

No quiero otra cosa que castrarte.
Si no es que ya lo he hecho.
Que la oscuridad no me afecte también.
No tengo fuerza para escribir sobre esto sin haber dormido toda mi vida
Sé que si lloro ahora no podré terminar nunca


Helena Boberg (1974) es poeta y traductora. Autora de tres libros de poemas: Repuls, Sinnesvåld y Konsten at med hvissa metodiska rörelser hemkalla en hädangången til lifvet, su libro más reciente, el cual fue publicado en 2020 y nominado al Premio de Poesía de la Radio Sueca (Sveriges Radios Lyrikpris) 2021.

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